(rodolfo schmal)
¿Porqué no te callas?
¿Porqué no te callas?
Esta expresión, junto con el video retransmitido una y otra vez gracias a Internet, emitida por el rey de España en plena cumbre de presidentes y jefes de Estado latinoamericanos, ha dado la vuelta al mundo como reguero de pólvora.
Llamó particularmente la atención por provenir de quien ha sido el decano de estas cumbres y desempeñar un rol silencioso, contemporizador, moderador, articulador. Se puede especular si lo sacó de las casillas la permanente interrupción de Chávez a Zapatero, o las alusiones al carácter fascista de Aznar, o la verborrea de Chávez. Cualquiera sea el motivo de fondo, lo concreto es que proviniendo del rey adquiere un tufo especial, como la expresión de quien se dirige a un vasallo, una suerte de rémora de tiempos coloniales.
Quien por el contrario, mantuvo la calma, fue Zapatero, a quien se le había concedido la palabra por un tiempo limitado y que se veía persistentemente interrumpido por Chávez. Zapatero hizo gala de un talante democrático que lo situó por encima del rey y de Chávez, no solo por su reacción física, sino por sus palabras y solidaridad hacia un compatriota, aún cuando fuere uno de sus más acérrimos rivales, como lo es Aznar.
Zapatero sabe más que nadie quien es Aznar, no solo un expresidente de España, sino que un oscuro personaje que intentó ocultar la verdad respecto de los responsables del atentado en la estación de Atocha en Madrid a horas de las elecciones generales; que a espaldas de la opinión pública respaldó la política invasora de Bush en Irak, no solo de palabra, sino que enviando tropas españolas a la región; que en sus andanzas por el mundo como expresidente intenta promover la teoría del desalojo de los gobiernos que no comulgan con la derecha. La defensa de Zapatero a los ataques verbales de Chávez hacia Aznar responden al viejo axioma de los grandes estadistas y que pocos están dispuestos a practicar: lo cortés no quita lo valiente. Con su actuación, Zapatero se sacó los zapatos.
El incidente tuvo el mérito de poner sobre la mesa una realidad candente: las fisuras que alejan las posibilidades de entendimiento en nuestro continente. Fisuras que tienen que ver con latentes conflictos fronterizos o comerciales que pueden emerger en cualquier momento, pero sobretodo con enfoques, visiones que van desde países donde dominan posturas neoliberales extremas que responsabilizan al Estado de todos los males, hasta aquellos que proclaman nacionalismos y socialismos trasnochados que satanizan actuaciones privadas.
Lo triste, es que estas mismas fisuras ilustran cuán lejos estamos de la unidad latinoamericana tantas veces proclamadas, y particularmente del desarrollo al que aspiramos.
PORTO, 2007.11.17
ResponderEliminarEstimado RODOLFO.
La expresión ¿Porqué no te callas?, utilizada por Su Majestad Rey España no es una expresión de felicidad ni de utilización correcta. Ha sido inclusivamente una expresión ofensiva y poco responsable, una vez que ambas las personalidades son los primeros en su País respectivamente.
JOÃO BRITO SOUSA
PORTUGAL